Poética del sur

Rezo una oración de comprensión por mi torpe naturaleza que no aprecia en cada instante, tu calor de hermano... Mirándome en tu espejo me humanizo y no se que nombre darle a tanta distracción.

!Voz humana! ¡Grito en el bosque! El hombre no tiene capacidad de amar... El leon ruge y en la otra punta del mundo, los lobos festejan. La mentira se ha descubierto.

Arropada y cubierta de un grosor, tan terrible como la herida del mundo.

Nace, vive, muere y cuenta su historia...    

Estoy en la cocina limpiando la cafetera y tu aroma sigue presente. Huelo el café y recuerdo tus sorbos cuando dudaba... Comencé a amarte y tu taza quedó vacía. .

Me adentro en el tiempo y fuí a preguntar al señor Freud sobre los lapsus del lenguaje político. Sentía necesidad de escuchar otra respuesta, a lo mejor había reflexionado algo nuevo durante estos años. Las gallinas merodeaban por su tumba Y me contestaron con un pío...pío...sepulcral. Las extrañezas del mundo onírico.

Me siento ajena a mi, ajena en el mundo Fantasía existencial Acaricio a un animal y siento al mio. A veces siento y respiro clavellinas rojas y diferentes fantasmas viajan en nubes coloraceas pasando por mi mente, mi casa, mi vida...Casi me rozan. Sonrío como una niña escribiendo este poema. Miro al sol cuando penetra en el mundo de la oscuridad y descubre ante nosotros la fuerza de la sombra. Puedo sentir la sonrisa de un niño cuando se admira y descubre un pajarillo recién nacido a la vida, como él. Puedo sentir a algunos seres humanos como la expresión del amor en la tierra, incluso a veces me siento buena. Puedo sentir que nada y todo es perfecto esa polaridad abrumadora del hombre que hace preguntas... Fantasías de un alma errante en la nada esa nada que me lleva a escribir el cancer de la melancolía. Y descubro que mi cuerpo late, que mi corazón busca que estoy viva-muerte-vida. No quiero saber, basta no quiero. ¡El saber sin sabiduría pervierte y se cobija