Poética del sur

  Aparco el coche en la sombra de un castaño y camino hacia la entrada del gran palacete. Sentada placidamente estaba la recepcionista, actitud que no tiene la inquieta gobernanta que me espera mano en llaves para asignarme mi número de habitación, la 47¡Extraordinario! - hace cuarenta y siete años que dejé el internado. Subo las magnificas escaleras que me miran descaradamente: como una amante mira a su conquista y con lentitud fijando cada paso me dirijo a mi habitación. Meto la llave, abro la puerta con recelo y la oscuridad del recinto me atrajo hacia dentro, mis ojos exploran la luz para dejar mi ceguera y a tientas busco un interruptor. Noto un fuerte viento que me refresca la cara, irisa el bello de mi cuerpo, me desgarra el alma, y a la vez, me llena de placer. Escucho pasos y veo venir una llamarada agarrada por manos que parecían el vivo reflejo del ardor que sentía. Tranquilizo mi corazón acelerado, parpadeo con vehemencia, me quedo esperando, tomo conciencia del ace

Barullo, barullo, cansancio... Transformación El hombre desaparece en si mismo. Desaparecen sentimientos suplantados por lógica Ya no ama, solo se ama. Barullo, barullo, cansancio...

Geisha de la emociones madame mariposa al ritmo de espera.                             !Demos alas a los sueños en un mar de esterilidad! Y muere sin declarar la deuda con su amado Hay, halla, hallamos, halló flash de intrigas duales. ¡Gotas de revelación! Sobre el piano ¡Erotismo! Espejo de emociones, Y se le ocurre que tal ves eso sea locura...

Dedicado a Saray Pavón La pasión se integra en cada poro... Como tu juventud desnuda las calles del deseo.

El pincel cae si saber que las llamas de su pasión abrazaron el lienzo.

With tears on my eyes mis recuerdos tienen mil años y solo se me ocurre forrar cajitas. En una cajita están los recuerdos de mi niñez. En otra con piel de castaño mi adolescencia, que cuida a la joven que fui, nunca se sabe cuando voy a necesitar su fuerza. Hay otras cajitas llena de recuerdos de hijos paridos y amados en libertad. De caricias familiares y desahogos de culpas de llanto sanador por perdidas irremediables de amantes acariciados en el camino. Siento a mis cajitas con ruedas que me llevaron a países exóticos, para aprender otras formas... Amarla, olerla, escucharla, comprender la, disfrutarla, sentir una sola humanidad Siento que queda una ultima cajita por rellenar pero tendrá que esperar... Y Julia  me mira con ojos de fidelidad, la acaricio, y en cierto modo acaricio todo lo que fui todo lo que soy. Mi sensibilidad se ha salido de una cajita escondida en la sombra de mi alma, la guardé para que no me la arrebataran y ahora se encuentra en

¡Lluvia, tormentas, rayos, truenos...! La naturaleza se revuelca en un festín de colores y los rayos de sol penetran entre los pechos de nubes coloraceas en todo su esplendor. Contoneos de colores, luz y música que el viento traduce en sonidos de orquesta. ¿Quien es el director? El mar se embravece y se transforma en olas de rizos que acompañan al viento de Trafalgar, y el inmortal Galdós renace en mi memoria y mis ojos se ciegan ante tanta belleza. El frío penetra en mi piel y el viento zarandea mi cuerpo arrancando sonidos de provocación. Soy parte de esta orquesta viva que inunda mis sentidos, donde el asfalto aparece como la tumba del hombre.